Bendigo al pobre hombre que solo supo mirar su ombligo cuando estuvo a mi lado, porque gracias a eso yo pude ver mi ombligo y descubrir que era hermoso.
Bendigo al pobre hombre que está vacío porque su armadura de egoísmo no le permitió recibir cada acto de amor que le entregué.
Bendigo al pobre hombre que me viene a cobrar todo lo que le di...así de absurdo.
Bendigo al pobre hombre, que con sus carencias, me hizo ver las propias y entender que verdaderamente nada me faltaba, porque en mi abunda el amor, la generosidad, la creatividad y la grandeza de una mujer sin miedos.
Bendigo al pobre hombre que no entiende el potencial que tiene para amar.
Bendigo al pobre hombre que no sabe que es grande.
Bendigo al pobre hombre en el que habita un niño triste.
Bendigo al pobre hombre que a pesar de todo, compartió conmigo hermosos momentos, risas, caricias, abrazos, comidas, charlas...
Bendigo al pobre hombre que un día amé, porque a través del desamor me mostró que antes de amar a otro debía amarme a mi...que nadie puede ser más importante que la mujer que soy. Sólo así puedo amar a un guerrero amoroso y millonario de virtudes, que sin ser igual a mí pueda estar a la par conmigo, libre, sin miedos y sobre todo, generoso.
Bendición pa'l pobre hombre que no es más que un niño asustado...y un viejo pobre.
Bendición pa' él...que un día fue mi amante.
No hay comentarios:
Publicar un comentario