viernes, 22 de marzo de 2019

Space Oddity

Hace casi 5 años que nos vimos por primera vez. 
Primera vez, que conversamos como si nos conociéramos de toda una vida. 
Primera vez que apenas me viste, me sonreíste. Una sola vez no lo hiciste porque no me reconociste porque había subido mucho de peso y además me había operado la nariz.
Esa primera vez me fuiste a buscar al terminal de buses y yo sentí una alegría inmensa de poder contar con alguien más en el Universo. Ese era tu planeta. 
Pasaron 5 minutos y sentí que eras uno de mis mejores amigos y no podía entender por qué nos habíamos tardado tanto en encontrarnos ¡¿dónde habías estado en todos los años pasados de mi vida?! Dejamos mi equipaje, tomamos unas bicicletas y salimos. Me mostraste tu hábitat mientras aparecían las primeras de muchas estrellas, y con una honestidad que he visto en pocos, me hablaste de todos los pasajes de tu vida, incluso de aquellos que te avergonzabas. Lo más bonito de ese relato fue cuando hablaste de lo feliz que eras ahí. Después de un rato me preguntaste por mi vida y por mi familia, y por quiénes teníamos en común.
Cayó la noche y tuvimos que volver porque te iban a ir a visitar los amigos en tu camino y sino te encontraban podías tener problemas. Y tú, no querías fallar nunca más, ni a ti, ni a tus hijos ni a quienes te amaban. Sentías que ese lugar era tu segunda gran oportunidad en la vida y estabas tan agradecido de ello que sólo sabías sonreír.
De ahí en adelante lo nuestro fue todo aventuras, conversaciones interminables llenas de risas y amor.
Sobrina, me decías. Yo soy tu sobrina y tú, mi tío. Y somos amigos.
En una de esas noches de nuestro primer encuentro me hiciste el regalo más lindo que he recibido en la vida: conocí Saturno y Júpiter a través de un telescopio. Vi la luna y lloré de emoción. Vi un montón más de cosas hermosas, pero eso es lo que recuerdo con más asombro.
Esos días en tu planeta me marcaron particularmente por las bellezas que descubrieron mis ojos y mis sentidos en medio de esa naturaleza envuelta celosamente por el cosmos, y que mi hicieron volver una y otra vez. Conocí un mundo nuevo junto al familiar extraño más familiar con el que he compartido. Nos encontramos varias veces más y conversábamos con frecuencia cuando yo estaba lejos de tu planeta, en el mío ... Y de pronto hubo interferencias que no logré reparar a tiempo. Perdí la señal, pero te sentía ahí. Sabía que ahí estabas.
En uno de nuestros contactos a distancia tocaste Space Oditty para mi, y cantaste con tu inglés chamullado avanzado. Pero sonaba bonito porque con amor te la aprendiste para regalármela.
Cuando pienso en qué estás ahora que te fuiste de viaje al espacio, imagino que tenemos un nuevo contacto y que me cuentas como cosa tuya esa parte que dice "This is Major Tom to Ground Control / I'm stepping through the door / And I'm floating in a most peculiar way / And the stars look very different today / For here / Am I sitting in a tin can / Far above the world / Planet Earth is blue /And there's nothing I can do..."

Imagino que estás allá en las estrellas, flotando en la infinita generosidad del Universo.
Mándame un mensaje desde ahí donde estás, sólo para saber que estás bien y que estás feliz. Una señal, un nuevo contacto, sin interferencias.
Major Tom, hiciste trampa hace un mes al adelantar tu viaje a las estrellas, pero no me enojo por tu decisión porque sé que cuando nos volvamos a encontrar me vas a llevar de paseo por cada una de ellas. 

Can you hear me, Major Tom?