Hubo una vez, una mujer valiente
y de espíritu aventurero. Una mujer que rompió todas las reglas de sus tiempos
y de su familia, que quiso conocer el mundo y aprender todo aquello que jamás
hubiera aprendido si se hubiera quedado en lo que era costumbre.
Yo la admiro…me inspira.
En su viaje, conoció el amor…
Me encantaría poder saber más
acerca de esa historia, cada detalle: la primera mirada, cómo y dónde se
conocieron, su primer beso y su primera vez haciendo el amor. Aunque a veces,
no sé si fue tan romántico como lo imagino, pero quiero creer que sí.
Ella nunca ha hablado de esto.
Ella nunca ha hablado de esto.
Ese amor, que no sé cuánto tiempo
habrá durado, dio un hermoso fruto… Un niño, que ha sido amado mucho más allá
de la ausencia de ese hombre que aun sintiendo amor, fue superado por el miedo.
El amor que recibió ese niño, se
proyectó a la siguiente generación y seguirá así por muchas más.
En virtud de los hechos, de una
ruptura amorosa probablemente llena de dolor, esta valiente guerrera tomó
decisiones (bien o mal) con el único objetivo de que su hijo contara con una
familia, más allá de ella. Creo, que debe haberse equivocado mucho en el camino,
que con su actuar dañó a más de alguien, incluso a su propio hijo que ahora era
el verdadero amor de su vida, y el único…¿Pero quién puede juzgarla? En algún
momento de mi juventud critiqué cada uno de los pocos detalles que conozco de
su historia, hasta que se me ocurrió tratar de meterme en sus zapatos y me di
cuenta que con todo lo que puedo llegar a imaginar en mi mente, jamás podría
saber realmente qué es lo que hubiera hecho yo…
Hoy por hoy, la observo cansada,
con una pena que se le sale por los poros pero que es abrazada por la gratitud
de ver que su vida y sus decisiones han llegado a buen puerto: el amor ha
tomado forma de amigas, de una comunidad que tiene que ver con su fe y de
nietos que van cumpliendo sus sueños.
A su nieta mayor, le ha dicho que
salga a conocer el mundo, tal como lo hizo ella, y que vea lo hermoso que es para
poder contar en muchos años más que tuvo una juventud hermosa, con recuerdos
alegres y cargados de aprendizajes que la conducirán a una vejez feliz, sin
arrepentimientos. La nieta, le hizo caso y ya comenzó su viaje, sin boleto de regreso.
Yo creo que su nieta vivirá
tantos años como los que ella lleva, y más…porque también, es atrevida, valiente
y aventurera. Guerrera épica. Se enfrenta a sus propios demonios y cada vez les
gana más batallas, ahora mismo está a punto de coronarse como la dueña de su vida. La
batalla que está dando ahora la ha transformado en una mujer más libre, entera
y consciente. Está creando el acto
psicomágico que la llevará a abrazar el amor que se agita desde lo más profundo
de su corazón para salir por cada milímetro de su cuerpo y el brillo de sus
ojos, para ser compartido con quienes tengan el mismo coraje que ella, sin miedo alguno.
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